El presidente López Obrador agradeció a las y los quintanarroenses que han contribuido en las obras emblemáticas de su sexenio, pero principalmente a los ejidatarios, porque el Tren Maya permitirá que el progreso de Cancún venga al sur de Quintana Roo y también a Campeche. “Y para eso servirá el Tren Maya, la obra ferroviaria más importante en el mundo”.
El presidente López Obrador se despidió de las y los quintanarroenses, de los pueblos mayas, pues al concluir su mandato cerrará su ciclo de trabajo, pero se va satisfecho al cumplir con poner en marcha la Cuarta Transformación.
Estos son días históricos para el sur del país, pero en especial para Quintana Roo, expresó la gobernadora Mara Lezama ante el presidente Andrés Manuel y la presidenta electa Claudia Sheinbaum durante la supervisión de trabajos de esta zona arqueológica que pronto abrirá sus puertas al mundo.
Con esta supervisión, López Obrador y Claudia Sheinbaum concluyen una gira de tres días por Quintana Roo a bordo del Tren Maya, entregando justicia social y bienestar social en Playa del Carmen, así como infraestructura turística en Tulum y Felipe Carrillo Puerto.
La gobernadora Mara Lezama recordó que la zona arqueológica de Ichkabal se utilizó como promesa de campaña de gobiernos anteriores y neoliberales, que solo prometían con tal de obtener votos, pero luego decían que era imposible y complicado abrir las puertas de este importantísimo Centro de Poderío Maya.
“Este es el caso de Ichkabal, de la antigua ciudad Maya más grande y extensa de la península de Yucatán, aún más grande y monumental que las otras zonas arqueológicas en el país. Aquí se mantuvo durante mucho tiempo el centro político del poderío Maya en la región, junto con Kohunlich, Dzibanché, Kinichná, Chacchoben y Oxtankah, se conforma ahora uno de los más importantes circuitos de turismo arqueológico de nuestra región, un hecho que va a significar desarrollo, pero con prosperidad compartida”, aseguró la titular del Ejecutivo.
Al agradecer al presidente López Obrador, que estas obras marcan el antes y el después de una forma diferente de gobernar, con desarrollo y éxito, pero que se traducirán en bienestar y beneficios directos para las familias del pueblo Maya.
Por otra parte, al referirse a los mil 554 kilómetros del Tren Maya son detonantes de nuestra economía, pues desde la estación de Bacalar podrán llegar a conocer la herencia ancestral y la riqueza cultural. Además, el INAH registró más de 60 mil elementos inmuebles y casi un millón 500 mil vasijas e instrumentos cerámicos Mayas que, luego de su restauración, nutrirán los museos de la Península y otros se exhibirán en los paraderos del Tren.
Al respecto, la presidenta electa Claudia Sheinbaum reiteró lo que ha venido señalando a lo largo de la gira, que esta es una transición de gobierno histórica, pues nunca se había visto que se supervisaran obras y programas que benefician al pueblo.
Por ello, insistió en que los programas sociales no solo continuarán, sino que se fortalecerán al elevarse a rango constitucional y con tres nuevos: el reconocimiento al trabajo de las mujeres, becas para todas y todos las niñas y niños en educación básica y contratación de médicas y médicos para que los adultos mayores se atiendas en sus casas.
Durante la supervisión, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, explicó la importancia de Ichkabal, una zona arqueológica intervenida con el PROMEZA que surgió a raíz de la construcción del Tren Maya, que permitió ampliar los conocimientos de la extraordinaria cultural que es el pueblo Maya.