Reunión en Casa Blanca entre Donald Trump y Joe Biden

El presidente electo de Estados Unidos Donald Trump y el mandatario Joe Biden se reunieron el miércoles por primera vez desde que el republicano recuperó la Casa Blanca la semana pasada y ambos prometieron un traspaso de poder sin sobresaltos en enero.

Los dos líderes se sentaron uno al lado del otro frente a un fuego crepitante en la Oficina Oval, una escena pacífica que desmentía las tensiones pasadas entre ellos.

Bienvenido, bienvenido de nuevo”, dijo Biden a Trump. “Estamos deseando tener, como dijimos, una transición ordenada, hacer todo lo que podamos para asegurarnos de que estén cómodos, lo que necesiten”.

La política es dura, y en muchos casos no es un mundo muy agradable, pero hoy es un mundo agradable, y aprecio mucho una transición tan suave que será lo más suave posible, y lo aprecio mucho, Joe”, dijo Trump, que asumirá el cargo el 20 de enero.

Poco después de la reunión, la Casa Blanca informó que Biden y Trump conversaron durante su encuentro de este miércoles en el Despacho Oval sobre la guerra en Ucrania y de los rehenes israelíes en Gaza, según informó la Casa Blanca.

En la reunión, de casi dos horas, Biden trasladó a Trump que el “apoyo continuo” a Kiev es de “interés de seguridad nacional” de Estados Unidos, según explicó en rueda de prensa el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.

Sullivan también informó que los dos líderes también trataron el asunto de los rehenes que Hamás y otras milicias palestinas capturaron hace más de un año, el 7 de octubre de 2023, durante un ataque a Israel.

Lo vivido el miércoles fue un fuerte contraste con las críticas que los dos hombres se han lanzado mutuamente durante años. Sus respectivos equipos mantienen posiciones muy diferentes en políticas que van desde el cambio climático hasta Rusia, pasando por el comercio.

Biden, de 81 años, ha retratado a Trump como una amenaza para la democracia, mientras que el republicano, de 78, ha retratado a su rival como un incompetente. Trump hizo afirmaciones falsas de fraude generalizado en las elecciones de 2020.

La comitiva de Trump atravesó la puerta fuertemente custodiada de la Casa Blanca y se le recibió en el Despacho Oval por Biden, un demócrata que le derrotó en las elecciones de 2020. Fuera, en la entrada de la Casa Blanca, una multitud de periodistas se congregó a la espera del gran acontecimiento.

Trump celebró su victoria a primera hora del día con los republicanos de la Cámara de Representantes, que tienen muchas posibilidades de mantener el control del recinto a medida que se van conociendo los resultados de las elecciones del 5 de noviembre.

¿No es bonito ganar? Es bonito ganar. Siempre es bonito ganar”, dijo Trump.

Biden, que inicialmente se presentó contra Trump en las elecciones antes de dar un paso al costado y apoyar a la vicepresidenta Kamala Harris como candidata demócrata, recibió su sucesor en el Despacho Oval, una cortesía tradicional que el líder republicano no cumplió cuando ganó en 2020.

Él cree en las normas, cree en nuestra institución, cree en el traspaso pacífico del poder”, dijo el martes la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, sobre la decisión de Biden de invitar a Trump. “Eso es lo normal. Eso es lo que se supone que debe ocurrir”.

Fuera de las puertas de la Casa Blanca, los signos de la inminente transferencia de poder eran evidentes con la construcción de las gradas para que los invitados VIP se sienten durante el desfile que tendrá lugar después de que Trump sea investido el 20 de enero.

Aunque Biden pretende aprovechar la reunión para mostrar continuidad, la transición en sí está parcialmente estancada.

El equipo de Trump, que ya ha anunciado a algunos miembros del gabinete del presidente entrante, aún tiene que firmar los acuerdos que darían lugar a espacio de oficinas y equipamiento gubernamental, así como acceso a funcionarios, instalaciones e información del Gobierno, según la Casa Blanca.

Marco Rubio se perfila como secretario de Estado en EEUU

Donald Trump planea nombrar a Marco Rubio como secretario de Estado, el primero de origen hispano.

Si bien no es inusual que el magnate de los bienes raíces convertido dos veces en presidente cambie de opinión a último minuto sobre ciertas decisiones, su elección de Marco Rubio para secretario de Estado de EE. UU. parece ser definitiva, aseguraron las fuentes de ‘The New York Times’.

Es hijo de inmigrantes cubanos, nacido en Florida el 28 de mayo de 1971. Sus padres llegaron a Estados Unidos a finales de la década de 1950, escapando de la Revolución Cubana

Actualmente tiene 53 años y desde hace dos décadas es de los políticos más destacados del Congreso.

Estudió derecho en la Universidad de Miami y desde su ala política, el Partido Republicano, inició su carrera en el Legislativo de Florida como miembro de la Cámara de Representantes, cargo que consiguió en el 2000.

Pero fue en 2010 cuando dio el salto al Congreso nacional, donde tomó mayor relevancia, tras ser elegido como senador. Entonces, se convirtió en el primer hijo de cubanos en ser legislador de la Cámara Alta de la primera potencia.

Rubio ya ha intentado una carrera hacia la Presidencia. Fue precandidato de la bancada conservadora en 2015. Sin embargo, se retiró en las primarias de 2016 después de perder la contienda en su propio estado, Florida, de donde ya era senador, frente a Donald Trump, quien ese año llegó por primera vez a liderar la Casa Blanca.

Sus intentos por acariciar un rol en el Ejecutivo no pararon ahí. Fue candidato a ser el compañero de fórmula vicepresidencial de Trump en las pasadas elecciones de este año, pero finalmente para ese cargo se confirmó a JD Vance.

No obstante, llegaría a ocupar la máxima posición de la diplomacia estadounidense, algo para lo que su perfil se adecua. Y es que su participación en comités estratégicos, como el Comité Selecto de Inteligencia y el Comité de Relaciones Exteriores, le ha permitido adquirir amplia experiencia en asuntos de seguridad nacional y relaciones internacionales.

Rubio tiene políticas que se asemejan en gran parte a las de Trump. Ha estado involucrado durante años en asuntos exteriores en el Senado, particularmente en lo que se refiere a América Latina, y tiene relaciones sólidas con toda la bancada roja.

Entre los candidatos mencionados para suceder a Antony Blinken, designado por el presidente demócrata saliente Joe Biden, Marco Rubio parece ser el de línea más dura, debido a que es partidario de una política exterior contundente por parte de Washington hacia sus rivales geopolíticos como China, Irán e incluso Cuba.

Sobre la guerra en Ucrania, conflicto en curso del que en la saliente Administración Biden, Estados Unidos ha mostrado un amplio respaldo, junto a los socios europeos y la OTAN, Rubio ha mostrado una postura que dista bastante.

Recientemente, el senador republicano aseguró que el país invadido por Rusia debería intentar sellar un acuerdo con el Kremlin, en vez de centrarse en recuperar los territorios controlados parcial o totalmente por las tropas de Moscú. Un escenario del que Kiev ya ha mostrado un contundente rechazo.

Asimismo, en los últimos años, el legislador de origen cubano ha expresado posiciones similares a las expresadas por Donald Trump, quien en el pasado criticó a expresidentes estadounidenses por arrastrar a Estados Unidos a guerras “costosas e inútiles”.

Pero no en todo se ha mostrado completamente de acuerdo con el mandatario electo. Durante el pasado mandato del republicano, entre 2017 y 2021, Marco Rubio impulsó una iniciativa legislativa que dificultaría las intenciones de Trump de retirar a Estados Unidos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) al exigir que al menos dos tercios del Senado ratifiquen la medida.

Sin embargo, de reiterar esa aspiración, Trump lo tendría más fácil ahora que los republicanos también controlan la mayoría de la Cámara Alta.

Con respecto a China, Rubio se considera uno de los mayores detractores del gigante asiático en el Senado estadounidense. De hecho,  fue sancionado por Beijing en 2020 por su postura sobre Hong Kong tras las protestas por la democracia.

En particular, Rubio pidió al Departamento del Tesoro en 2019 que iniciara una revisión de seguridad nacional sobre la red social china TikTok, lo que generó una investigación y una orden de desinversión.

En cuanto a América Latina, Rubio es un abierto opositor a la normalización de las relaciones con el gobierno cubano, una posición que comparte Trump.

El jefe del subcomité de la Cámara de Representantes que supervisa los asuntos latinoamericanos también es un férreo crítico de la Administración de Nicolás Maduro en Venezuela.

-Con información de France 24.

Donald Trump regresa a la Casa Blanca

El republicano logró un contundente triunfo ante Kamala Harris que le permite un regreso a la presidencia de Estados Unidos.

Trump, que ganó las elecciones de 2016 y perdió las de 2020, se impuso con una rápida ventaja a Harris, quien hace poco más de 100 días sustituyó a Joe Biden como candidata demócrata.

Según las proyecciones, Trump se impuso en los estados clave de Carolina del Norte, Georgia, Pensilvania, Wisconsin y Michigan, lo que le permitió superar ya el mínimo de 270 votos electorales que lo devuelven a la presidencia.

«Es una magnífica victoria para el pueblo estadounidense que nos permitirá hacer de nuevo grande a Estados Unidos», dijo Trump antes de la confirmación oficial al declararse ganador en un discurso en Florida ante sus seguidores y rodeado de su familia y de su compañero de fórmula, JD Vance, futuro vicepresidente.

«Vamos a ayudar a sanar nuestro país», dijo el republicano de 78 años, que prometió una nueva «edad de oro». «Estados Unidos nos ha dado un mandato sin precedentes y poderoso», agregó.

La campaña de Harris había anunciado varias horas antes que la candidata no hablaría mientras se siguieran contando votos. Y nada se supo de ella en toda la madrugada.

Trump es el segundo presidente que logra dos mandatos no consecutivos después de Grover Cleveland en el siglo XIX.

En los cuatro años que estuvo fuera del poder superó todas las polémicas y sus problemas legales y regresa a una Casa Blanca de la que se marchó en enero de 2021 poco después del asalto de sus seguidores al Capitolio el día que se certificaba el triunfo de Biden y una derrota que nunca aceptó.

Vuelve con una retórica aún más radical contra la inmigración y prometiendo una mejora económica tras años marcados por una elevada inflaciónEntre sus propuestas está una deportación masiva de migrantes indocumentados, para frenar lo que él califica como «invasión» del país y poner fin a las guerras de Ucrania y Medio Oriente.

Harris no pudo emular el triunfo de Biden, quien tras un mal desempeño en el primer debate ante Trump y la presión por las dudas de su capacidad por su avanzada edad, dio paso a su vicepresidenta, que como Hillary Clinton en 2016 fracasó en su intento de ser la primera mujer presidenta.

Las encuestas preveían un empate técnico y que se tardaría en conocer el resultado, pero la victoria terminó siendo más rápida de lo previsto al ganar en Carolina del Norte y dar la vuelta a Georgia, Pensilvania y Wisconsin, estados en los que había perdido ante Biden en 2020.

Con esos triunfos y al confirmar la victoria en bastiones tradicionales, como Texas y Florida, por ejemplo, superó los 270 votos necesarios a falta de que se conozcan los resultados de otros estados que ya son irrelevantes.

La victoria del republicano es de una escala aún mayor que el de 2016 ya que a diferencia de ese año ante Clinton, Trump también se han impuesto en el voto popular.

«Es un hombre de 78 años que enfrenta cuatro casos criminales (en uno ha sido condenado y espera sentencia en tres semanas), un puñado de casos civiles, insultó a varios grupos demográficos y suma incontables escándalos en los últimos ocho años«, recordó Gary O’Donoghue, corresponsal de la BBC en Estados Unidos.

«Regresar a la Casa Blanca por un segundo mandato es un logro extraordinario en términos políticos», agregó.

Trump además tendrá a su favor que los republicanos recuperan el control del Senado, que estaba en manos de los demócratas, lo que le permitirá avanzar con su agenda política.

Trump defendió su victoria en Carolina del Norte. Luego dio vuelta a Georgia tras haberlo perdido contra Biden en 2020 y luego lo hizo con Pensilvania, y finalmente Wisconsin, lo cual le permitió asegurarse las llaves de la Casa Blanca.

Con ello superó los 270 votos en el Colegio Electoral a falta de conocerse el resultado de varios estados, incluidos tres que iban a ser clave y ya no importaron: Michigan, Arizona y Nevada.

Joe Biden llama “basura” a seguidores de Donald Trump

La reciente controversia generada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al referirse a los seguidores del expresidente Donald Trump como “basura”, ha desencadenado una serie de reacciones en el ámbito político.

Ante estas declaraciones, la vicepresidenta Kamala Harris optó por distanciarse, generando un intenso debate sobre el discurso político y la polarización en el país.

Durante una entrevista con CNN, Biden defendió a Puerto Rico tras un comentario racista realizado en un mitin de Trump.

En el evento, el comediante Tony Hinchcliffe describió a la isla como una “isla flotante de basura”, lo cual motivó la respuesta de Biden:

La única basura que veo flotando por ahí son sus seguidores”.

Esta expresión suscitó una rápida respuesta de Trump y de otros líderes republicanos, quienes criticaron duramente el comentario.

“Realmente no sabe lo que dijo. Es algo terrible, terrible, pero realmente no lo sabe”, afirmó el exmandatario.

Por su parte, la vicepresidenta Harris, buscando distanciarse, declaró desde la base aérea de Andrews que no está de acuerdo con criticar a las personas en función de sus preferencias políticas.

Estoy totalmente en desacuerdo con cualquier crítica a las personas en función de a quién votan”, comentó Harris.

Estas palabras subrayan su compromiso con un discurso más inclusivo y en sintonía con su mensaje de unidad nacional, reafirmado previamente en eventos de campaña.

Tras la polémica, la Casa Blanca intervino aclarando que los comentarios de Biden habían sido malinterpretados, señalando que el presidente se refería específicamente al comentario de Hinchcliffe, y no a los votantes de Trump.

Además, Biden utilizó sus redes sociales para rectificar su declaración, subrayando que su intención no era ofender a ningún grupo de personas.

Este incidente revela la creciente polarización política en Estados Unidos y los retos que enfrentan sus líderes para mantener un tono conciliador. La respuesta de Harris, al distanciarse, podría fortalecer su imagen como una líder centrada en promover la unidad nacional.

Acusa Edmundo González que fue obligado a firmar la aceptación del triunfo de Maduro para salir de Venezuela

En un video publicado en la red social X, Edmundo González Urrutia, líder opositor venezolano y que defiende su triunfo en las elecciones presidenciales del 28 de julio, denunció este miércoles 18 de septiembre que altos funcionarios del chavismo lo obligaron a reconocer la victoria del mandatario Nicolás Maduro en los comicios para poder salir del país, donde actualmente está asilado, tras ser acorralado por la Justicia.

“O firmaba o afrontaba las consecuencias«, dijo González en su declaración. Actualmente con asilo en España y reconocido por el Parlamento de ese país como ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio, Edmundo González denunció puntualmente a los hermanos Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, y Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela.

“Estando en la residencia del embajador de España, Jorge Rodríguez y Delcy Rodríguez se presentaron con un documento que tenía que refrendar para permitir mi salida del país”, señaló el excandidato de la Plataforma Unitaria y aliado de la lideresa María Corina Machado.

González afirma que los hechos ocurrieron en la embajada de España en Caracas, donde se encontraba refugiado tras la orden de arresto de la Fiscalía venezolana por varios delitos, entre ellos usurpación de función pública.

El presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, mostró este miércoles una «carta firmada» por González Urrutia, en la que dice acatar la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de validar el triunfo de Maduro en las elecciones del 28 de julio.

Según Rodríguez, delegados del Gobierno de Maduro se contactaron por interlocutores de González Urrutia para un diálogo después de que la Justicia venezolana ordenara la captura del candidato opositor.

Dichos interlocutores, según el diputado, expresaron el «deseo que el señor González Urrutia tenía de abandonar el país», por lo que solicitó a las autoridades venezolanas salvoconductos para poder desplazarse al aeropuerto y tomar el vuelo, en un avión de las Fuerzas Aéreas españolas, que finalmente lo llevó hasta España, donde solicitó asilo político.

Pero, González Urrutia instó a anular la validez de la carta al alegar este miércoles que “un documento elaborado bajo coacción carece totalmente de valor, debido a una grave falta de consentimiento».

Jorge Rodríguez rechazó la coacción de la que le acusa González y afirma que el opositor firmó por voluntad propia la carta en la que reconoce su derrota.

El documento era supuestamente confidencial, pero Jorge Rodríguez lo presentó durante una conferencia de prensa televisada a nivel nacional horas después de que un medio de comunicación local publicara partes del mismo.

El Consejo Nacional Electoral de Venezuela, controlado por el oficialismo, declaró a Maduro ganador de las elecciones horas después del cierre de las urnas. A diferencia de elecciones presidenciales anteriores, las autoridades electorales no proporcionaron recuentos detallados de los votos.

Pero la coalición opositora Plataforma Unitaria recopiló las actas del 80% de las máquinas de votación electrónica del país y las publicó en línea. Sus resultados dieron la victoria a González por abrumadora mayoría.

Casi 50 países firman en la ONU una declaración sobre Venezuela

Un grupo de 49 países más la Unión Europea (UE)firmaron este jueves una declaración conjunta en las Naciones Unidas para pedir «restablecer las normas democráticas en Venezuela», aunque no incluyó un llamado concreto a la ONU para que intervenga en la crisis.

La declaración, preparada en las últimas horas y leída por el canciller panameño, Javier Martínez-Acha, contó con ausencias muy notables como las de MéxicoColombia Brasil, y tampoco la firmaron grandes potencias como China o Rusia ni casi ningún Estado africano.

Los firmantes recuerdan que «es hora de que los venezolanos comiencen discusiones constructivas e inclusivas para resolver el ‘impasse’ electoral«, en alusión a los comicios presidenciales del 28 de julio pasado, cuyos resultados oficiales no se reconocen por gran parte de la comunidad internacional por no haberse publicado las actas electorales de manera transparente.

Asimismo, esos países se dicen «gravemente preocupados por las denuncias de violaciones a los derechos humanos«, entre las que detallan «arrestos arbitrarios, detenciones, muertos y negación a garantías judiciales, así como tácticas de intimidación contra la oposición democrática».

Pese a que la declaración se negoció en los pasillos de la ONU y se leyó en la entrada del Consejo de Seguridad, el canciller panameño reconoció que no se está trabajando conjuntamente en ninguna resolución sobre Venezuela, e incluso añadió que la postura de su país «es muy diferente a la de otros países» aunque compartan el principio general de que debe «restaurarse la democracia» en el país caribeño.

Preguntado por qué pueden hacer concretamente los organismos de Naciones Unidas para ayudar a superar la crisis, Martínez-Acha no respondió a la pregunta y se limitó a declarar que la ONU «está promoviendo la democracia, el imperio de la ley y el respeto de los derechos humanos».

Pese a que la crisis venezolana dura ya seis largas semanas, el tema aún no ha llegado al Consejo de Seguridad de la ONU -el máximo órgano ejecutivo-, y sólo ha motivado declaraciones del secretario general António Guterres, quien ha reclamado una y otra vez la publicación de las actas electorales completas y la necesidad de que se respeten los derechos humanos, sin entrar en la legitimidad o no de la reelección de Nicolás Maduro.

-Con información de El Universal.

Estos fueron los puntos clave del debate entre Kamala Harris y Donald Trump

Señalamientos cruzados, encontronazos e información falsa. Así se resume el primer debate entre Kamala Harris y Donald Trump en la carrera por la Presidencia de Estados Unidos.

Después de que el primer debate presidencial el pasado mes de junio le costara la candidatura presidencial al actual mandatario estadounidense, Joe Biden, su vicepresidenta sale beneficiada de un encuentro en el que Donald Trump trató de sortear cuestionamientos complejos con su viejo chivo expiatorio: la inmigración.

«El performance de Kamala (Harris) fue mejor de lo que se esperaba. Los dos buscaron provocarse y no se si llamaría ‘explosión’ lo de Trump, pero claramente Harris consiguió generarle molestia y bastante agitación. Pero, por otro lado, creo que Kamala no hablo mucho de la parte sustancial. Fue un debate bastante básico», afirmó Martín de Luca, exfiscal de Nueva York y asesor estratégico, a France 24.

En un debate condicionado por un foro sin audiencia y la constante intervención de los moderadores para remarcar los dos minutos con los que cada candidato contaba para expresar su plataforma política, Harris y Trump salieron al ruedo público, no tanto para defender sus posturas sino para reafirmar cómo ven el deber ser de un presidente estadounidense.

Trump criticó duramente a Harris por el manejo de la economía durante la Administración de Joe Biden, así como su presunta responsabilidad en la política migratoria actual, considerada como el peor de los males por el aspirante republicano.

Mientras, la vicepresidenta exhibió al expresidente como un millonario desconectado de la realidad social estadounidense y con tendencias autoritarias, sumamente dañinas para el futuro democrático de la que se presume como la primera democracia moderna en el planeta.

En el primer asalto del debate, ambos candidatos presidenciales expusieron sus ideas con relación a la economía estadounidense y a cómo mejorarían la situación actual.

La vicepresidenta arrancó su intervención proponiendo la creación de una «economía de oportunidades», apelando a su historia como una mujer de clase media para empatizar con la clase trabajadora estadounidense, a la que prometió rebajar los impuestos.

Además, Harris afirmó que Trump «no tiene un plan» en el que entre la clase media trabajadora, explicando que en la hoja de ruta del controversial ‘Proyecto 2025′, el expresidente pretende rebajar los impuestos solo a los ricos, lo que provocaría «incrementar el déficit y la inflación», además de llevar a Estados Unidos «al borde de una recesión».

A menos de 60 días para las elecciones de noviembre, la inmigración sigue siendo uno de los temas más controversiales para ambos candidatos. En cada sección del debate, Donald Trump continuó definiendo a la comunidad migrante como un enemigo para Estados Unidos y culpando a Harris, a quien calificó como «la zar de la frontera», por el incremento de los cruces migratorios al país.

Trump, que se enfrascó en una larga discusión con Harris por la asistencia y calidad de los mítines políticos de cada uno, añadió que las políticas de Joe Biden están «destruyendo el tejido social del país» y aseguró que quienes entran al país de forma irregular son «criminales» y «prófugos de instituciones mentales», como ha sostenido en gran parte de su campaña.

El expresidente también hizo referencia a una teoría de conspiración sobre presuntos migrantes haitianos que «comen perros y gatos» en Ohio.

Por su parte, Harris se limitó a culpar a los republicanos y, especialmente, a Trump, por haber rechazado una legislación que habría reforzado los cuerpos de seguridad en la frontera con México, además de construir vías alternas para obtener la legalización de la estancia de aquellos que buscan refugio en el país. Al ser cuestionada por el porqué de su endurecimiento reciente con relación a la población migrante, la vicepresidenta evadió la pregunta.

En otro de los capítulos más encarnizados del debate, Trump y Harris se enfrentaron por el aborto en Estados Unidos.

Harris, con una clara posición a favor de los derechos reproductivos de las mujeres, acusó al exmandatario conservador de haber «elegido tres jueces para revertir el fallo Roe vs. Wade«, que protegía el derecho al aborto en el país, y añadió que «el Gobierno no le debería decir a las mujeres qué hacer con su cuerpo».

Además, Harris prometió que, de llegar a la Presidencia, firmaría una ley para restablecer la protección federal del aborto, que se tenía antes de que el histórico fallo de Roe vs. Wade fuera revertido en la era trumpista.

Por su parte, Donald Trump, quien se mostró titubeante e indeciso en el tema, afirmó que hizo caso a los «académicos» que recomendaban revertir el Roe vs. Wade y devolverle a los estados la potestad de decidir si permiten o no la interrupción del embarazo en sus territorios.

En uno de sus tradicionales arranques, el expresidente también alegó que los demócratas tenían posiciones extremas, señalando al compañero de fórmula de Harris, Tim Waltz, y a todo el Partido Demócrata de «querer ejecutar» a bebés recién nacidos, haciendo alusión a una presunta política del exgobernador de Virginia Ralph Northam, que después fue desmentida por los moderadores del debate.

Sin embargo, Trump fue claro en remarcar que «no está a favor de prohibir el aborto» y aseguró que está a favor de permitirlo hasta las  nueve semanas de gestación. Al ser cuestionado sobre si vetaría una hipotética prohibición federal, el expresidente evadió el cuestionamiento.

La política exterior estadounidense también estuvo entre los platillos principales de la discusión presidencial: Trump criticó el manejo de la actual Administración, a la que considera «incompetente» para solucionar conflictos internacionales; Harris, por su parte, se refirió a las relaciones políticas del exmandatario con líderes que no son del agrado de Occidente.

La vicepresidenta se alineó en su totalidad con la actual postura gubernamental sobre la guerra en Ucrania y afirmó que los líderes mundiales tradicionalmente aliados de Estados Unidos temen que Trump regrese al poder y afecte el funcionamiento de la OTANun pilar fundamental para Ucrania en su conflicto con Rusia

Sobre el conflicto israelí-palestino, Harris no fue tan precisa como se esperaba. Aunque si dijo que su hipotético gobierno buscaría construir un camino hacia la «solución de dos Estados», también se dijo comprometida con la seguridad de Israel, a quien sigue respaldando con el argumento del derecho a la autodefensa. 

La actitud incierta y variante de Joe Biden con relación a la ofensiva israelí en los territorios palestinos fue una de las claves que originaron presiones dentro del Partido Demócrata. Su vicepresidenta intentó matizar y resaltar que siguen buscando un acuerdo de cese al fuego con Israel. 

Trump, en uno de sus momentos más airados, acusó a Harris de «odiar a Israel», argumentando de nueva cuenta que, si él hubiera sido presidente, el recrudecido conflicto dentro de Gaza y Cisjordania nunca se hubiera dinamitado.

Taylor Swift votará a favor de Kamala Harris

La publicación en Instagram de la megaestrella del pop Taylor Swift en la que apoya la candidatura de la vicepresidenta Kamala Harris a la presidencia consiguió casi 9 millones de «me gusta», entre estos los de Jennifer Aniston, la estrella del baloncesto estadounidense Caitlin Clark y Selena Gómez.

Poco después de que Harris, una demócrata, terminó de debatir con su rival republicano Donald Trump el martes por la noche, Swift, de 34 años, dijo a sus 283 millones de seguidores que Harris y su compañero de fórmula Tim Walz obtendrían su voto en las elecciones del 5 de noviembre. «Voy a votar por @kamalaharris porque lucha por los derechos y las causas que creo que necesitan un guerrero que los defienda», publicó Swift. Es una «líder con mano firme y talento» que podría dirigir el país con calma y no con caos, agregó.

En la publicación, Swift apareció en una foto con su gato, que firmó como «Señora con gato y sin hijos» en una indirecta al compañero de lista de Trump, JD Vance, quien en una entrevista de 2021 llamó a algunas demócratas «un montón de señoras con gato y sin hijos».

Partidarios de Trump, como Elon Musk, presidente ejecutivo de Tesla y propietario de la red social X, escribió en su plataforma: «Bien Taylor … tú ganas … Te daré un hijo y cuidaré de tus gatos con mi vida». Este mensaje fue etiquetado como «repugnante», «misógino» y «espeluznante».

Previa del Primer Debate entre Kamala Harris y Donald Trump

Este martes 10 de septiembre por la noche se llevará a cabo el debate presidencial entre Donald Trump y Kamala Harris. Previó al encuentro, que está organizado por ABC News y se realizará en el National Constitution Center, ubicado en Filadelfia, Pensilvania, las últimas encuestas sobre las elecciones de Estados Unidos muestran algunos contrastes con respecto a los resultados de hace unas semanas.

El debate comenzará a las 21 hs (hora del este), tendrá una duración de 90 minutos y dos pausas comerciales, durante las cuales el personal de campaña no podrá interactuar con los candidatos. Los moderadores serán el presentador de World News TonightDavid Muir, y la conductora de Prime de ABC News Live, Linsey Davis. Harris y Trump dispondrán de dos minutos cada uno para sus alegatos finales, y del mismo tiempo para responder a las preguntas y las réplicas.

La última publicación de la encuesta de New York Times/Siena College, que se realizó entre 1695 votantes registrados, del 3 al 6 de septiembre, señala que Trump está ligeramente por delante de la vicepresidenta, con un 48% frente a un 47%, lo que representa un ligero retroceso para la candidata demócrata, quien se había mantenido por encima por algunos puntos.

De acuerdo con New York Times, estos resultados podrían responder a que Harris “se estaba beneficiando de un entorno informativo ideal: un mes ininterrumpido de cobertura entusiasta, desde la salida del presidente Biden de la carrera en julio hasta la convención demócrata en agosto”. Esto aunado a que, señalan, no se han realizado muchas encuestas de alta calidad con entrevistas después del 28 de agosto.

La actualización del sitio FiveThirtyEight, al 10 de septiembre, que muestra el promedio de cada candidato en las encuestas presidenciales de 2024, deja ver a Harris con un total de 47,2%, mientras que Trump está por debajo con un 44,4%.

Por su parte, el sondeo de NPR/PBS News/Marist, de entrevistas realizadas del 3 al 5 de septiembre, muestra que antes del debate presidencial, solo un punto separa a la vicepresidenta del empresario entre los votantes registrados a nivel nacional, mientras que entre los que dicen que definitivamente planean votar en noviembre, Harris tiene una ventaja de tres puntos contra Trump, similar a la situación en agosto.

Sin embargo, el republicano supera a demócrata entre los votantes latinos, precisa la encuesta que se publicó este 10 de septiembre. En agosto, Harris aventajaba a Trump en este sector de la población por 15 puntos, en un campo con varios candidatos. Los últimos resultados muestran al empresario con el 51%, con lo que supera a la vicepresidenta, que tiene un 47%, lo que representa un cambio de 19 puntos.

Entre los que dicen que definitivamente planean votar, Harris adelanta a Trump con un 51% ante 48%, y lo mismo pasa entre las mujeres, donde lleva una ventaja de 15 puntos; mientras que el expresidente supera a la vicepresidenta entre los hombres por 12 puntos. Entre los independientes, el republicano suma 49% frente a 46% de la candidata demócrata. Esto supone un cambio de 14 puntos con respecto a agosto.

Nicolás Maduro blinda su gabinete antes de marcha opositora

Nicolás Maduro renovó ayer su gabinete con el nombramiento de Diosdado Cabello, del ala más dura del chavismo, como ministro de Interior, en víspera de una nueva protesta de la oposición este miércoles, a un mes de la cuestionada reelección del mandatario venezolano.

Maduro anunció la renovación de su gabinete el mismo día en que su rival en los comicios del 28 de julio, Edmundo González Urrutia, ignoró una segunda citación de la fiscalía para declarar en una investigación penal en su contra tras denunciar fraude en las elecciones.

Diosdado Cabello, diputado de 61 años, asume la cartera responsable del orden público 22 años después de ejercerla durante el gobierno del fallecido líder socialista Hugo Chávez, de quien fue compañero de armas en el fallido golpe de Estado de 1992. “Sabe mucho de paz, sabe mucho de justicia y ha encabezado los primeros pasos de la revolución judicial”, dijo Maduro en la alocución en la que anunció cambios en la mitad de su gabinete. Maduro ratificó a su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, que deja el ministerio de Finanzas y asume la estratégica cartera de Petróleo. Vladimir Padrino seguirá al frente de Defensa, que ejerce desde 2014.

Por la noche, Cabello denunció un “ataque terrorista” al sistema eléctrico que dejó sin energía a gran parte del país.

Añadió que afectó a los estados Táchira, Mérida, Barinas, Zulia, Falcón, Nueva Esparta y sectores de La Guaira, Miranda y Caracas.

Mientras, la reelección de Maduro se desconoce por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) lo proclamó vencedor con 52% de los votos, aunque sin publicar el detalle del resultado, y éste se convalidó por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

González, un diplomático de 74 años, faltó el martes por segundo día consecutivo a una citación en el Ministerio Público, como parte de una investigación en su contra. Maduro solicitó cárcel para él y Machado acusándolos de los hechos de violencia en protestas poselectorales.

Mientras, Perkins Rocha, abogado de la líder opositora María Corina Machado, fue detenido en medio de la crisis poselectoral.

Desde EU, el senador republicano Rick Scott amenazó a Maduro en un mensaje en X que “si daña o arresta a María Corina Machado o al presidente electo Edmundo González, se desatará un infierno”.

Mientras, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, respondió a su homólogo nicaragüense, Daniel Ortega, quien tildó el lunes de “arrastrados” a los gobiernos latinoamericanos que no han reconocido la reelección de Maduro. “Al menos no arrastro los derechos humanos del pueblo de mi país”, lanzó el mandatario colombiano. Ortega dijo el lunes que Petro y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quienes buscan una negociación entre Maduro y la oposición, se comportan como “gobiernos arrastrados” a los pies de la Unión Europea y Estados Unidos.

-Con información de El Universal.