Estos fueron los puntos clave del debate entre Kamala Harris y Donald Trump

Señalamientos cruzados, encontronazos e información falsa. Así se resume el primer debate entre Kamala Harris y Donald Trump en la carrera por la Presidencia de Estados Unidos.

Después de que el primer debate presidencial el pasado mes de junio le costara la candidatura presidencial al actual mandatario estadounidense, Joe Biden, su vicepresidenta sale beneficiada de un encuentro en el que Donald Trump trató de sortear cuestionamientos complejos con su viejo chivo expiatorio: la inmigración.

“El performance de Kamala (Harris) fue mejor de lo que se esperaba. Los dos buscaron provocarse y no se si llamaría ‘explosión’ lo de Trump, pero claramente Harris consiguió generarle molestia y bastante agitación. Pero, por otro lado, creo que Kamala no hablo mucho de la parte sustancial. Fue un debate bastante básico”, afirmó Martín de Luca, exfiscal de Nueva York y asesor estratégico, a France 24.

En un debate condicionado por un foro sin audiencia y la constante intervención de los moderadores para remarcar los dos minutos con los que cada candidato contaba para expresar su plataforma política, Harris y Trump salieron al ruedo público, no tanto para defender sus posturas sino para reafirmar cómo ven el deber ser de un presidente estadounidense.

Trump criticó duramente a Harris por el manejo de la economía durante la Administración de Joe Biden, así como su presunta responsabilidad en la política migratoria actual, considerada como el peor de los males por el aspirante republicano.

Mientras, la vicepresidenta exhibió al expresidente como un millonario desconectado de la realidad social estadounidense y con tendencias autoritarias, sumamente dañinas para el futuro democrático de la que se presume como la primera democracia moderna en el planeta.

En el primer asalto del debate, ambos candidatos presidenciales expusieron sus ideas con relación a la economía estadounidense y a cómo mejorarían la situación actual.

La vicepresidenta arrancó su intervención proponiendo la creación de una “economía de oportunidades”, apelando a su historia como una mujer de clase media para empatizar con la clase trabajadora estadounidense, a la que prometió rebajar los impuestos.

Además, Harris afirmó que Trump “no tiene un plan” en el que entre la clase media trabajadora, explicando que en la hoja de ruta del controversial ‘Proyecto 2025′, el expresidente pretende rebajar los impuestos solo a los ricos, lo que provocaría “incrementar el déficit y la inflación”, además de llevar a Estados Unidos “al borde de una recesión”.

A menos de 60 días para las elecciones de noviembre, la inmigración sigue siendo uno de los temas más controversiales para ambos candidatos. En cada sección del debate, Donald Trump continuó definiendo a la comunidad migrante como un enemigo para Estados Unidos y culpando a Harris, a quien calificó como “la zar de la frontera”, por el incremento de los cruces migratorios al país.

Trump, que se enfrascó en una larga discusión con Harris por la asistencia y calidad de los mítines políticos de cada uno, añadió que las políticas de Joe Biden están “destruyendo el tejido social del país” y aseguró que quienes entran al país de forma irregular son “criminales” y “prófugos de instituciones mentales”, como ha sostenido en gran parte de su campaña.

El expresidente también hizo referencia a una teoría de conspiración sobre presuntos migrantes haitianos que “comen perros y gatos” en Ohio.

Por su parte, Harris se limitó a culpar a los republicanos y, especialmente, a Trump, por haber rechazado una legislación que habría reforzado los cuerpos de seguridad en la frontera con México, además de construir vías alternas para obtener la legalización de la estancia de aquellos que buscan refugio en el país. Al ser cuestionada por el porqué de su endurecimiento reciente con relación a la población migrante, la vicepresidenta evadió la pregunta.

En otro de los capítulos más encarnizados del debate, Trump y Harris se enfrentaron por el aborto en Estados Unidos.

Harris, con una clara posición a favor de los derechos reproductivos de las mujeres, acusó al exmandatario conservador de haber “elegido tres jueces para revertir el fallo Roe vs. Wade“, que protegía el derecho al aborto en el país, y añadió que “el Gobierno no le debería decir a las mujeres qué hacer con su cuerpo”.

Además, Harris prometió que, de llegar a la Presidencia, firmaría una ley para restablecer la protección federal del aborto, que se tenía antes de que el histórico fallo de Roe vs. Wade fuera revertido en la era trumpista.

Por su parte, Donald Trump, quien se mostró titubeante e indeciso en el tema, afirmó que hizo caso a los “académicos” que recomendaban revertir el Roe vs. Wade y devolverle a los estados la potestad de decidir si permiten o no la interrupción del embarazo en sus territorios.

En uno de sus tradicionales arranques, el expresidente también alegó que los demócratas tenían posiciones extremas, señalando al compañero de fórmula de Harris, Tim Waltz, y a todo el Partido Demócrata de “querer ejecutar” a bebés recién nacidos, haciendo alusión a una presunta política del exgobernador de Virginia Ralph Northam, que después fue desmentida por los moderadores del debate.

Sin embargo, Trump fue claro en remarcar que “no está a favor de prohibir el aborto” y aseguró que está a favor de permitirlo hasta las  nueve semanas de gestación. Al ser cuestionado sobre si vetaría una hipotética prohibición federal, el expresidente evadió el cuestionamiento.

La política exterior estadounidense también estuvo entre los platillos principales de la discusión presidencial: Trump criticó el manejo de la actual Administración, a la que considera “incompetente” para solucionar conflictos internacionales; Harris, por su parte, se refirió a las relaciones políticas del exmandatario con líderes que no son del agrado de Occidente.

La vicepresidenta se alineó en su totalidad con la actual postura gubernamental sobre la guerra en Ucrania y afirmó que los líderes mundiales tradicionalmente aliados de Estados Unidos temen que Trump regrese al poder y afecte el funcionamiento de la OTANun pilar fundamental para Ucrania en su conflicto con Rusia

Sobre el conflicto israelí-palestino, Harris no fue tan precisa como se esperaba. Aunque si dijo que su hipotético gobierno buscaría construir un camino hacia la “solución de dos Estados”, también se dijo comprometida con la seguridad de Israel, a quien sigue respaldando con el argumento del derecho a la autodefensa. 

La actitud incierta y variante de Joe Biden con relación a la ofensiva israelí en los territorios palestinos fue una de las claves que originaron presiones dentro del Partido Demócrata. Su vicepresidenta intentó matizar y resaltar que siguen buscando un acuerdo de cese al fuego con Israel. 

Trump, en uno de sus momentos más airados, acusó a Harris de “odiar a Israel”, argumentando de nueva cuenta que, si él hubiera sido presidente, el recrudecido conflicto dentro de Gaza y Cisjordania nunca se hubiera dinamitado.

Previa del Primer Debate entre Kamala Harris y Donald Trump

Este martes 10 de septiembre por la noche se llevará a cabo el debate presidencial entre Donald Trump y Kamala Harris. Previó al encuentro, que está organizado por ABC News y se realizará en el National Constitution Center, ubicado en Filadelfia, Pensilvania, las últimas encuestas sobre las elecciones de Estados Unidos muestran algunos contrastes con respecto a los resultados de hace unas semanas.

El debate comenzará a las 21 hs (hora del este), tendrá una duración de 90 minutos y dos pausas comerciales, durante las cuales el personal de campaña no podrá interactuar con los candidatos. Los moderadores serán el presentador de World News TonightDavid Muir, y la conductora de Prime de ABC News Live, Linsey Davis. Harris y Trump dispondrán de dos minutos cada uno para sus alegatos finales, y del mismo tiempo para responder a las preguntas y las réplicas.

La última publicación de la encuesta de New York Times/Siena College, que se realizó entre 1695 votantes registrados, del 3 al 6 de septiembre, señala que Trump está ligeramente por delante de la vicepresidenta, con un 48% frente a un 47%, lo que representa un ligero retroceso para la candidata demócrata, quien se había mantenido por encima por algunos puntos.

De acuerdo con New York Times, estos resultados podrían responder a que Harris “se estaba beneficiando de un entorno informativo ideal: un mes ininterrumpido de cobertura entusiasta, desde la salida del presidente Biden de la carrera en julio hasta la convención demócrata en agosto”. Esto aunado a que, señalan, no se han realizado muchas encuestas de alta calidad con entrevistas después del 28 de agosto.

La actualización del sitio FiveThirtyEight, al 10 de septiembre, que muestra el promedio de cada candidato en las encuestas presidenciales de 2024, deja ver a Harris con un total de 47,2%, mientras que Trump está por debajo con un 44,4%.

Por su parte, el sondeo de NPR/PBS News/Marist, de entrevistas realizadas del 3 al 5 de septiembre, muestra que antes del debate presidencial, solo un punto separa a la vicepresidenta del empresario entre los votantes registrados a nivel nacional, mientras que entre los que dicen que definitivamente planean votar en noviembre, Harris tiene una ventaja de tres puntos contra Trump, similar a la situación en agosto.

Sin embargo, el republicano supera a demócrata entre los votantes latinos, precisa la encuesta que se publicó este 10 de septiembre. En agosto, Harris aventajaba a Trump en este sector de la población por 15 puntos, en un campo con varios candidatos. Los últimos resultados muestran al empresario con el 51%, con lo que supera a la vicepresidenta, que tiene un 47%, lo que representa un cambio de 19 puntos.

Entre los que dicen que definitivamente planean votar, Harris adelanta a Trump con un 51% ante 48%, y lo mismo pasa entre las mujeres, donde lleva una ventaja de 15 puntos; mientras que el expresidente supera a la vicepresidenta entre los hombres por 12 puntos. Entre los independientes, el republicano suma 49% frente a 46% de la candidata demócrata. Esto supone un cambio de 14 puntos con respecto a agosto.

Donald Trump elige a su vicepresidente

Donald Trump eligió a JD Vance como su compañero de fórmula, elevando a la fórmula presidencial republicana a un capitalista de riesgo convertido en senador cuya adopción de la política populista le valió atención nacional y lo convirtió en una estrella en ascenso en el partido.

“Después de una larga deliberación y reflexión, y considerando los tremendos talentos de muchos otros, he decidido que la persona más adecuada para asumir el cargo de vicepresidente de los Estados Unidos es el senador J.D. Vance del gran estado de Ohio”, dijo Trump, al hacer el anuncio este lunes en su plataforma Truth Social mientras comenzaba la Convención Nacional Republicana en Milwaukee.

El anuncio se produce días después de que un ataque con arma de fuego contra Trump pusiera patas arriba una contienda presidencial que ya había sido caótica. El expresidente republicano fue herido en su oreja derecha tras el disparo en un mitin de campaña el sábado en Butler, Pensilvania. Un asistente recibió un disparo mortal y otros dos se encuentran en estado crítico. El tirador fue abatido por el Servicio Secreto de Estados Unidos.

Los disparos en la manifestación fueron un grave recordatorio de la importancia del vicepresidente, que asumiría la Oficina Oval si el presidente fuera asesinado o no pudiera cumplir con los deberes del cargo.

JD Vance tiene 39 años, casi cuatro décadas más joven que Trump, de 78 años, lo que marca un posible cambio generacional para el partido y ofrece una nueva voz a los esfuerzos republicanos por reforzar su atractivo entre los trabajadores de clase trabajadora que alguna vez fueron la piedra angular del partido demócrata en campos de batalla como Michigan, Wisconsin y el estado natal del presidente Joe Biden, Pensilvania.

-Con información de El Universal.

Lo último sobre el atentado a Donald Trump

El ataque contra el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, conmocionó al país en momentos en que el líder político se presenta a la Convención Nacional Republicana el lunes 15 de julio.

En medio de la conmoción, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, admitió este lunes que el intento de asesinato contra el expresidente fue un “fallo” de seguridad. “Vamos a analizar, a través de una investigación independiente, cómo ocurrió, por qué ocurrió, y hacer recomendaciones con los hallazgos para asegurarnos de que no vuelva a suceder”, añadió.

El techo desde donde Thomas Matthew Crooks disparó contra el exmandatario se encontraba a menos de 150 metros de distancia. Es un acercamiento considerable, como remarca un análisis de la agencia estadounidense AP, con base en más de una docena de videos y fotos tomadas en el mitin, así como imágenes satelitales del lugar.

El agresor, que según las autoridades fue asesinado por personal del Servicio Secreto, disparó en múltiples ocasiones al escenario desde una “posición elevada fuera del lugar del mitin”, precisó la agencia.  El arma que usó fue un “rifle AR 556” legal, según informó el agente especial del FBI, Kevin Rojek.

Uno de los focos en los que se centra el FBI es determinar cómo Crooks logró instalarse en el techo y abrir fuego sin ser detectado previamente. “Si bien la investigación hasta la fecha indica que el tirador actuó solo, el FBI continúa realizando una actividad de investigación lógica para determinar si hubo co-conspiradores asociados con este ataque. En este momento, no hay preocupaciones actuales de seguridad pública”, remarca un comunicado de la agencia de seguridad e inteligencia.

El FBI también indicó que confirmó el hallazgo de un segundo “artefacto sospechoso” durante el allanamiento a la vivienda del autor de los disparos.  Ese artefacto se suma a los explosivos que estaban dentro del vehículo, en el que condujo hasta el mitin-a una hora de su casa- y fue “desactivado por los técnicos de bombas”.

“El FBI ha registrado la casa y el vehículo del tirador para recopilar evidencia adicional. Los dispositivos sospechosos que se encontraron en ambos lugares se desactivaron por técnicos en bombas y se evaluaron en el Laboratorio del FBI”, agrega la Oficina Federal de Investigación.

Las autoridades buscan esclarecer cuáles fueron los motivos del ataque, por lo que, entre otros asuntos, indagan sobre sus inclinaciones políticas, pero en estas han encontrado aparentes contradicciones.

Crooks había hecho una donación de 15 dólares, en 2021, al Partido Demócrata, pero también estaba inscrito como votante republicano. “El FBI no ha identificado un motivo para las acciones del tirador, pero estamos trabajando para determinar la secuencia de eventos y los movimientos del tirador antes del tiroteo, recopilando y revisando evidencia, realizando entrevistas y haciendo un seguimiento de todas las pistas. También hemos obtenido el teléfono del tirador para examinarlo”, añadió la agencia.

Las autoridades han puesto a disposición de la ciudadanía el sitio web: tips.fbi.gov para entregar cualquier información que pueda contribuir a la investigación.

Por otro lado, el gobernador Josh Shapiro aseguró que el hombre que falleció en el mitin de Trump se identificó como Corey Comperatore, un ex jefe de bomberos, de 50 años de edad. “Se lanzó sobre su familia para protegerlos (…) Corey murió como un héroe”, destacó el funcionario.

Entretanto, la Policía estatal de Pensilvania identificó a otros dos hombres que resultaron heridos como David Dutch, de 57 años, de New Kensington, y James Copenhaver, de 74 años, de Moon Township. Ambos hombres permanecieron hospitalizados y se encontraban en condición estable, dijo la policía estatal.

Por su parte, el presidente Joe Biden anunció una investigación independiente y denunció la violencia, durante un discurso en el que se dirigió a la nación, el domingo 14 de julio. “Nunca debemos caer en la violencia (…) Podemos hacerlo”, imploró Biden, remarcando que su país se fundó sobre una democracia que dio a la razón y al equilibrio la oportunidad de prevalecer sobre la fuerza bruta.

“La democracia estadounidense, donde los argumentos se presentan de buena fe. Una democracia estadounidense donde se respeta el estado de derecho. Donde la decencia, la dignidad y el juego limpio no son solo nociones pintorescas, son realidades vivas y palpitantes”, remarcó el presidente que prevé enfrentar a Donald Trump en las urnas el próximo noviembre, unas elecciones inéditas en la historia de EE. UU., que verán por primera vez a un mandatario en funciones medirse frente a un ex jefe de Estado.

Donald Trump es herido en tiroteo durante mitin

Donald Trump, candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, fue evacuado durante un mitin de campaña este sábado en Pensilvania, tras supuestas ráfagas de disparos en lo que pudo ser un atentado contra su vida. 

El también ex presidente fue resguardado por su equipo de seguridad del Servicio Secreto, mientras sangraba de la oreja y alzaba un puño ante la multitud de sus partidarios.

“¡Peleen! ¡Peleen!”, gritaba Trump. 

Minutos después del posible atentando, se dio a conocer que el magnate se encontraba a salvo y que el presunto atacante había perdido la vida, sin conocer los detalles. 

El presidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum reprobaron el ataque sobre Trump: “Sea como sea reprobamos lo sucedido al expresidente Donald Trump. La violencia es irracional e inhumana” y “la violencia no lleva a ningún lado”, fueron los mensajes, respectivamente. 

Trump, escoltado por el Servicio Secreto

Reportes añadieron que se desconoce el alcance de lo ocurrido. 

En las últimas encuestas presidenciales, Trump lidera sobre el actual mandatario estadounidense, Joe Biden.

Trump reta a Biden a otro debate y a una ronda de golf por un millón de dólares

Ante una gran cantidad de personas que acudieron a su mitin de campaña en Doral, Florida, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, se burló del mandatario estadounidense Joe Biden y lo retó a otro debate y a jugar un partido de golf.

Ante sus seguidores, indicó que se debería hacer otro debate esta semana para que el “dormilón” Joe Biden demuestre que tiene lo que se necesita para ser presidente.

Hagamos otro debate esta misma semana para que el ‘dormilón’ Joe Biden pueda demostrar a todo el mundo que tiene lo que hay que tener para ser presidente. Pero esta vez será de hombre a hombre, sin moderadores, sin obstáculos. Solo hay que nombrar el lugar, en cualquier momento y en cualquier lugar

Además, indicó que Joe Biden aseguró en el primer debate que quería comparar en un campo de golf su “habilidad y resistencia” contra Trump. El magnate solicitó jugar una partida en el campo de su propiedad donde se encontraba dando su discurso.

Además, el exmandatario se burló de la forma de golpear de Biden y ofreció una ventaja de diez golpes y apostó donar un millón de dólares a alguna organización que elija el actual presidente de Estados Unidos, si es que lograra vencerlo.

Será uno de los eventos deportivos más vistos de la historia, hasta le daré a Joe Biden diez golpes de ventaja. Eso significa 20 golpes en caso de que no juegue golf

Así se vivió el debate presidencial de Estados Unidos

El presidente estadounidense, Joe Biden, y su rival republicano, Donald Trump, lucharon por hacerse con el control de la narrativa política en un tenso debate en el que destacaron la guerra en Ucrania y las condenas penales de Trump.

Los dos candidatos expusieron sus visiones enfrentadas de la presidencia en un debate de alto nivel en el que ambos intentaron convencer a los votantes de cara a las elecciones de noviembre.

El debate -celebrado en Atlanta- tuvo un comienzo gélido, ya que los dos candidatos no se dieron la mano antes de subir al estrado.

Ambos contendientes son bien conocidos por los votantes, ampliamente impopulares -según las encuestas- y ofrecen puntos de vista radicalmente distintos sobre prácticamente todos los temas centrales.

Cuando se le preguntó si estaba de acuerdo con los términos de Putin para poner fin a la guerra de Rusia en Ucrania, Trump afirmó que Putin decidió invadir después de ver cómo la administración Biden manejó su salida de la guerra en Afganistán.

Aunque confirmó que no aceptaría las condiciones de Putin para poner fin a la guerra, afirmó que él (Trump) tendría la guerra “resuelta”, aunque no entró en detalles sobre cómo.

Trump reiteró su anterior argumento durante la campaña de que Estados Unidos estaba proporcionando a Ucrania demasiada ayuda financiera, y calificó a Zelenski de “vendedor” que siempre se llevaba dinero de Estados Unidos.

Biden respondió afirmando que Vladímir Putin era un “criminal de guerra” que no pararía con Ucrania. También señaló que la OTAN produce “tanto para Ucrania” como EE.UU. y que la fuerza de EE.UU. “reside en sus alianzas”.

Trump repitió su mantra de que los aliados europeos no gastan tanto en la OTAN como Estados Unidos, afirmando que él presionó con éxito a los aliados de la OTAN para que aumentaran el gasto.

En las elecciones presidenciales de noviembre hay mucho en juego para Ucrania, que actualmente es el principal receptor de ayuda exterior estadounidense y depende de la ayuda militar para defenderse de las tropas rusas.

Durante un tenso intercambio sobre la guerra entre Israel y Hamás, Trump esquivó la pregunta sobre si apoyaría un Estado palestino independiente. Por el contrario, afirmó que Israel debería “terminar el trabajo” y acusó a Biden de actuar como un “palestino”.

Biden reafirmó su apoyo a Israel pero se centró en Hamás, comentando que debería ser eliminado. Promocionó un plan que incluía el intercambio de rehenes por prisioneros palestinos y un “alto el fuego con condiciones adicionales”.

Anteriormente, en mayo, Biden expuso una propuesta de alto el fuego en tres fases que incluía una pausa en los combates, la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza y la liberación de los rehenes restantes tomados a Israel.

Al igual que hizo con Ucrania, Trump afirmó que la guerra no se habría producido si él hubiera estado en el cargo, diciendo que Irán estaba “arruinado” cuando él era presidente y “no tenía dinero para Hamás”.

Por otra parte, los dos candidatos se enfrentaron por sus políticas opuestas sobre inmigración, economía y aborto.

Trump redobló su retórica antiinmigración, afirmando que las políticas de “fronteras abiertas” de Biden han creado un aumento de la delincuencia, diciendo que “tenemos que sacar a mucha de esta gente”.

Los dos candidatos también hablaron sobre la anulación del caso Roe contra Wade, y Biden calificó la derogación de la ley -que otorgaba a los ciudadanos el derecho constitucional al aborto- de “cosa terrible”.

Trump respondió diciendo que no bloquearía los medicamentos abortivos y argumentó que los estados deberían tener derecho a decidir si el aborto debe ser legal o no, concluyendo que “ahora los estados lo están resolviendo”.

El debate fue algo más apagado que la anterior vez que los candidatos se enfrentaron en 2020, en gran parte porque los micrófonos se apagaron cuando el otro hablaba para evitar interrupciones.

A pesar de ello, el debate se tornó personal cuando salieron a relucir las condenas penales de Trump y Biden lanzó una serie de críticas contra el expresidente llamándole “delincuente convicto” con la moral de un “gato callejero”.

Primer debate presidencial en Estados Unidos: Lo que debes saber

El presidente estadounidense Joe Biden y el virtual candidato presidencial republicano, Donald Trump, se verán finalmente las caras, en el primero de los dos debates que sostendrán los contendientes de cara a las elecciones del 5 de noviembre. Esto es todo lo que hay que saber sobre el encuentro:

El debate se realizará este jueves 27 de junio, a las 21:00 horas (19:00 de la CDMX), en Atlanta, Georgia. Es la primera vez que un debate presidencial se realiza antes de que los aspirantes sean siquiera confirmados en las convenciones nacionales demócrata y republicana, y sin ser auspiciado por la Comisión de Debates Presidenciales. En vez de ello, será la cadena CNN la anfitriona de este encuentro que fue organizado por los propios aspirantes.

¿Cuáles serán las reglas del debate?

  1. Biden y Trump acordaron que el debate tenga una duración de 90 minutos, con dos pausas comerciales, en las que los aspirantes no podrán comunicarse ni evaluar estrategias con sus equipos.
  2. Para evitar un caos similar al que se generó en la campaña presidencial de 2020, con constantes interrupciones que llevaron a Biden a lanzar su famoso: “¿Te quieres callar?”, se acordó que los micrófonos de ambos estarán silenciados, excepto cuando sea su turno de hablar.
  3. No se permitirán notas escritas ni accesorios en el lugar que ocupe cada contendiente. Sí se permitirá que los debatientes tengan un bolígrafo y una libreta para hacer anotaciones.
  4. Tanto Biden como Trump sólo podrán llevar una botella de agua para hidratarse durante el debate.
  5. Biden ocupará el podio del lado derecho de las pantallas de los televidentes, y a la izquierda de Trump. Será el republicano el último en tomar la palabra. Los dos debatientes permanecerán de pie los 90 minutos que dure el evento.
  6. Otra novedad, respecto a debates anteriores, es que en el de este jueves, no habrá público en vivo, con el objetivo de evitar interrupciones y distracciones por los aplausos o los abucheos.
  7. No habrá discursos de apertura por parte de los candidatos. El debate comenzará con una pregunta, a la que cada candidato podrá responder durante dos minutos. A continuación, habrá réplicas de un minuto y respuestas a las réplicas. Señales visuales, como luces rojas parpadeantes, alertarán a los debatientes que se les agota el tiempo. Cada candidato podrá dar un discurso de clausura, al término del debate.
  8. Los moderadores del debate serán Jake Tapper y Dana Bash, conductores del programa State of the Union.

El debate será transmitido en vivo por CNN desde sus estudios en Atlanta. La cadena de televisión detalló que llevará la señal del encuentro entre los aspirantes presidenciales a su señal internacional, así como una emisión simultánea con traducción al español. También estará disponible vía streaming en CNN.com, para facilitar el acceso a quienes no tienen una suscripción de cable.

-Con información de El Universal.

¿Qué sigue tras la sentencia de culpable para Donald Trump?

Un jurado de Nueva York condenó a Donald Trump por 34 delitos graves de falsificación de registros empresariales, lo que puso fin a un juicio que duró semanas, pero dio paso a una nueva fase del histórico caso.

Trump se encuentra ahora en la posición única de ser el primer expresidente de Estados Unidos condenado por un delito grave, y se enfrenta a la posibilidad de una pena de prisión o libertad condicional por sus delitos derivados de una trama de pagos de dinero por silencio antes de las elecciones presidenciales de 2016.

También es probable que Trump apele la condena, lo que podría retrasar significativamente su sentencia, fijada actualmente para el 11 de julio.

¿Cuándo se dictará sentencia contra Trump? El juez Juan Merchan fijó la sentencia de Trump para el 11 de julio a las 10 de la mañana.

Merchan podría condenar a Trump a libertad condicional o a una pena de 1 año y medio a 4 años por cada cargo en una prisión estatal, con un máximo de 20 años.Por ahora, el expresidente permanecerá fuera de prisión mientras espera su sentencia. Los fiscales no pidieron que Trump pagara fianza alguna.

Trump ha recurrido sistemáticamente las sentencias judiciales en su contra en un intento de retrasar el proceso o de llevar su caso ante un tribunal que pueda darle la razón. El caso de Nueva York no es diferente.Poco después de que Trump fuera condenado, su abogado Todd Blanche pidió a Merchan la absolución de los cargos no obstante el veredicto de culpabilidad.

El juez rechazó la petición pro forma.En el transcurso del juicio, el equipo legal de Trump tomó otras medidas para preservar su derecho a apelar un posible veredicto de culpabilidad, estudiando resoluciones del juez sobre testimonios y pruebas. Es casi seguro que presentarán dicho recurso en las próximas semanas.

¿Puede Trump ser presidente? En pocas palabras, sí. El profesor de Derecho de la Universidad de California en Los Ángeles Richard L. Hasen ha afirmado sistemáticamente que no hay nada en la Constitución estadounidense que impida a un criminal convicto presentarse al cargo más alto de la nación.”Legalmente, nada cambia con el estatus de Trump como aspirante”, escribió Hasen en su Blog de Derecho Electoral el jueves.”

La Constitución solo contiene unos requisitos limitados para presentarse a las elecciones (tener al menos 35 años, ser ciudadano natural y llevar al menos 14 años residiendo en Estados Unidos)”, continuó Hasen. Además, los estados no pueden descalificar a Trump para presentarse debido a sus esfuerzos por anular las elecciones de 2020 debido a la sentencia del Tribunal Supremo a principios de este año, dijo Hasen, “y no pueden añadir cualificaciones como eliminar a los delincuentes convictos de la papeleta”.

-Con información de CNN News.

Arranca juicio penal de Donald Trump en Nueva York

El juicio penal contra Donald Trump, el primer expresidente de la historia de Estados Unidos enjuiciado, arrancó este lunes en un tribunal de Nueva York, en plena campaña presidencial de 2024. 

A lo largo de la mañana, el juez instructor Juan M. Merchan, rechazó varias mociones de la defensa, entre ellas, que se apartase del caso.

El próximo 24 de abril se dirimirá en una audiencia una denuncia de la fiscalía de que el republicano de 77 años ha violado la orden del juez que le prohibió referirse al caso, en particular en sus redes sociales, donde suele despotricar contra Merchan, su familia y los testigos que se presentarán al juicio.

Trump está acusado de ocultar un pago de 130.000 dólares a la ex-actriz de contenido explícito Stormy Daniels para comprar su silencio sobre una supuesta relación extramatrimonial que se remonta a 2006 y proteger su campaña electoral de 2016, que finalmente ganó contra la demócrata Hillary Clinton.

El multimillonario no está acusado por el pago en sí para ocultar una relación sexual que él siempre ha negado, sino por haberlo disfrazado como gastos legales de la Organización Trump, la empresa familiar, lo que puede acarrearle una condena de hasta cuatro años de cárcel.

Su suerte estará en manos de un jurado de 12 miembros y seis suplentes que emitirán un veredicto unánime al cabo de un juicio que se calcula puede durar hasta dos meses.

De los primeros 96 candidatos que entraron en la sala, más de medio centenar levantaron la mano para decir que no serían imparciales.

Elegidos por sorteo, los candidatos responden a un número para ocultar sus nombres por razones de seguridad y tienen que responder a un minucioso cuestionario sobre sus simpatías políticas, los medios en los que se informan, y sobre su imparcialidad y capacidad para definir la suerte de uno de los políticos más influyentes de los últimos tiempos, tanto en Estados Unidos como en el mundo. 

Una sentencia de culpabilidad no sería obstáculo para que Trump se presente a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, en las que se enfrentará por segunda vez al demócrata Joe Biden, que lo derrotó hace cuatro años. Ni siquiera para que ejerza la presidencia.

Para el republicano, el juicio es una “persecución política” orquestada por los demócratas para impedirle lograr su anhelado sueño de volver a la Casa Blanca. “Esto es un asalto a Estados Unidos. Nunca había ocurrido nada parecido”, dijo el republicano a su llegada al tribunal.

El millonario está acusado de 34 falsificaciones de documentos contables de la Organización Trump para camuflar como “gastos legales” los pagos realizados a Stormy Daniels, que adelantó de su bolsillo el entonces abogado de Trump y hombre de confianza, Michael Cohen, actualmente su enemigo jurado y quien será uno de los testigos claves de la acusación.

El juicio tendrá que demostrar qué sabía Trump de dichos pagos, por los que Cohen ya fue condenado. El republicano está también acusado de tratar de revertir los resultados de las presidenciales de 2020 y por el manejo que hizo de documentos clasificados que se llevó a su casa cuando dejó la Casa Blanca. 

“Lo que está en juego es mucho, porque Trump y sus abogados han logrado hasta ahora retrasar los (otros) juicios” para después de las elecciones, dice a la AFP Carl Tobias profesor de derecho de la Universidad de Richmond.

Sin embargo, lejos de impactar su carrera fulgurante a la presidencia, estos frentes judiciales parecen reforzarla entre sus incondicionales.

Shawn, entre el puñado de seguidores que acudió a apoyarle, asegura que “se está llegando a un punto realmente ridículo”. “Al final del día es interferencia electoral. Están tratando de impedir que un oponente político gane”, dijo a la AFP.

Su detractora Jamie Bauer sostiene, por el contrario, que la “interferencia electoral” estuvo en el pago por silencio “para acallar información que él consideraba perjudicial para su campaña”.