Sam Bankman-Fried, el fundador de FTX -que fue en su momento la plataforma de intercambio de criptomonedas más grandes del mundo-, fue sentenciado a 25 años de prisión en Estados Unidos.
El “rey de las criptomonedas” quedó bajo arresto en 2022 en Bahamas después de que FTX se declarara en bancarrota. En una Corte de Nueva York, lo acusaron de mentir a inversores y prestamistas, y de robar miles de millones de dólares de su empresa, lo que contribuyó a precipitar el colapso de la plataforma.
El pasado noviembre lo declararon culpable de fraude y lavado de dinero. Este jueves, en su comparecencia ante la Corte, Damian Williams, fiscal federal para el Distrito Sur de Nueva York, sostuvo que Bankman-Fried “orquestó uno de los mayores fraudes financieros de la historia”.
“La magnitud de sus crímenes se mide no sólo por la cantidad de dinero robado, sino también por el daño extraordinario causado a las víctimas, a quienes en algunos casos les aniquilaron los ahorros de toda su vida de la noche a la mañana”, dijo Williams.
El juez Lewis Kaplan dictó la sentencia de 25 años de prisión e indicó que no recomendará enviar a Bankman-Fried a una cárcel de máxima seguridad porque no tiene motivos para creer que sea violento.
Su estatus económico y el hecho de ser una persona con autismo lo harían “inusualmente vulnerable” en prisión, dijo Kaplan. Añadió que la prisión debería estar lo más cerca posible del área de la Bahía de San Francisco, para facilitar las visitas de sus familiares.
El caso estuvo su contra desde el principio, después de que tres colegas cercanos, incluida su ex novia Caroline Ellison, se declararan culpables y aceptaron testificar contra él con la esperanza de reducir sus propias sentencias.
Durante el proceso, se presentó evidencia de que la empresa de comercio de criptomonedas, Alameda Research, recibió depósitos en nombre de los clientes de FTX desde los primeros días de la plataforma, cuando los bancos tradicionales no estaban dispuestos a permitirle abrir una cuenta.
No obstante, en lugar de salvaguardar esos fondos, como Bankman-Fried prometió hacer repetidamente en público, gastó el dinero para pagar a los prestamistas de Alameda, comprar propiedades y realizar inversiones y donaciones políticas.
Cuando FTX quebró en noviembre de 2022, Alameda le debía US$8.000 millones. Bankman-Fried defendió las transferencias de dinero entre sus empresas como “permisibles” y declaró que ignoraba en gran medida el agujero financiero descrito por sus antiguos colegas hasta unas semanas antes del colapso de FTX.
La caída dejó a muchos clientes sin poder recuperar sus fondos, aunque a estas alturas ya se ha recuperado alrededor de un 80% de los mismos.
-Con información de BBC News.