Con el 50% de los sufragios, más de un millón de votos, Zohran Mamdani se convirtió en alcalde de la ciudad de Nueva York, la capital financiera de Estados Unidos. Un triunfo enorme por parte de un candidato que se ha pronunciado públicamente en apoyo a Palestina y que es miembro de los Demócratas Socialistas de América (DSA), la tendencia interna del Partido Demócrata que reivindica una pertenencia socialista (reformista) y la necesidad de una política hacia los trabajadores.
La campaña de Mamdani, quien era un completo desconocido para el gran público tan solo un año atrás, se basó en propagandizar importantes medidas sociales para hacer “costeable” la vida en la gran ciudad: congelar el precio de los alquileres y plantarse a los rentistas abusivos, jardines maternales gratuitos, transporte urbano gratuito, la promesa de un aumento salarial, entre otros.
A pesar de lo disruptivo de sus videos y gráficas en redes sociales, el punto decisivo fue su tónica militante. Pateó la calle y logró conectar, desde un ángulo por la positiva, con las generaciones más jóvenes, quienes afluyeron a las urnas. La participación electoral fue la más alta desde 1969. Juntó millones de dólares provenientes de pequeños aportes, a la par que 90 mil voluntarios se sumaron a la campaña con volanteadas y recorridas masivas.
La elección, en especial durante su tramo final, se “nacionalizó”. El presidente Donald Trump, cuya base histórica es la ciudad de Nueva York, se involucró directamente en la campaña. Marcó como “su candidato” al exgobernador Andrew Cuomo, un demócrata muy reaccionario que se presentó por fuera del partido sobre quien pesan denuncias por abuso sexual y corrupción.
Por su parte, el expresidente demócrata Barack Obama «elogió la campaña» del joven socialista durante una conversación telefónica el sábado, según ‘The New York Times’. Al igual que el propio Zohran Mamdani, denunció los ataques «islamófobos» por parte de algunos seguidores de Andrew Cuomo.