Jane Goodall, la renombrada primatóloga y conservacionista británica cuyo trabajo con chimpancés en Tanzania transformó nuestra comprensión de los animales y de nosotros mismos, murió este miércoles a los 91 años.
Goodall «falleció por causas naturales» mientras se encontraba en California en el marco de una gira de conferencias por Estados Unidos, informó su instituto en un comunicado publicado en redes sociales.
«Los descubrimientos como etóloga de la doctora Goodall revolucionaron la ciencia y fue una incansable defensora de la protección y restauración de nuestro mundo natural», informó el Instituto Jane Goodall.
Goodall desafió las normas científicas tradicionales al sumergirse en el mundo de los chimpancés que observó y tomar medidas como darles nombres en lugar de identificarlos por números.
Cuando llegó al Parque Nacional Gombe Stream, en Tanzania, tenía apenas 26 años y ninguna formación científica. No obstante, logró ganarse la confianza de los primates, lo que dio lugar a importantes descubrimientos.
Entre sus hallazgos más famosos se encuentra que los chimpancés usan herramientas, cazan para obtener carne y participan en comportamientos sociales complejos que antes se consideraban exclusivos de los seres humanos.
Más de seis décadas después, su trabajo de campo y sus esfuerzos de conservación todavía son celebrados en todo el mundo.
Goodall llegó a Tanzania el 14 de julio de 1960 siendo una joven estudiante de secretariado.
Pero lejos de ser una desventaja, ella y distintos expertos creen que la falta de una educación científica formal le permitió observar con una mente abierta y desafiar los conceptos de la época.
Fue la primera en observar a los chimpancés fabricando y usando herramientas, lo que derribó la creencia de larga data de que la fabricación de herramientas era un rasgo exclusivamente humano.
En concreto, los vio tomar ramas, sacarle las hojas y meterlas adentro de agujeros para «pescar» termitas.
Según contó la primatóloga en el documental Jane’s Journey (2010), cuando Leaky escuchó esta revelación, dijo: «Ahora debemos redefinir herramienta, redefinir ser humano o aceptar que los chimpancés son humanos».
También descubrió que son omnívoros, que se abrazan, besan y hacen cosquillas, pero también aprendió la lección de que pueden ser agresivos entre sí.
A mediados de la década de 1980, Jane Goodall había pasado más de 20 años inmersa en la investigación de los chimpancés, había obtenido un doctorado, había criado a su hijo y había fundado el Instituto Jane Goodall.
Fue entonces cuando comenzó su transición de científica a activista.
Escribió libros que se convertirían en éxito de ventas y participó en numerosas charlas alrededor del mundo hablando de sostenibilidad ambiental y bienestar animal.
Su fama llegó a ser tal que una entrega de premios en Estados Unidos en 2009 la presentaron diciendo: «Si la conservación tuviera estrellas como el rock, esta mujer sería Mick Jagger, Bob Dylan, John Lennon y Elvis, todos juntos en una sola persona».