El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunirá con su homólogo chino, Xi Jinping, el 15 de noviembre “en la zona de San Francisco”, según han confirmado altos funcionarios de la Casa Blanca.
En repetidas ocasiones se ha mencionado que desean una “rivalidad” con China, pero no un “conflicto” ni una “Guerra Fría”.
“Nuestro objetivo será intentar tomar medidas que estabilicen la relación entre Estados Unidos y China, aclarar ciertos malentendidos y abrir nuevas líneas de comunicación”, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca.
Esta es la primera conversación entre los dos líderes en un año. La última vez que el mandatario chino piso suelo estadounidense fue en 2017.
Se espera que Biden plantee la necesidad de líneas de comunicación abiertas, incluso en el ámbito militar, y discuta cuestiones relacionadas con la inteligencia artificial, el fentanilo y los estadounidenses detenidos en China, según los funcionarios, que informaron a los periodistas bajo condición de anonimato.
El encuentro de la próxima semana se produce en el contexto del conflicto entre Israel y Hamás y la guerra de Rusia contra Ucrania. Los funcionarios estadounidenses creen que China está ayudando a Moscú a reponer su maquinaria de guerra mediante exportaciones de tecnologías de doble uso, pero que Beijing duda más en apoyar a Irán y sus representantes contra Israel. Hamás, respaldado por Irán, ha sido designado grupo terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.