El fenómeno climático de categoría 4 que avanza con vientos sostenidos de hasta 230 kilómetros por hora, se dirige hacia Jamaica este miércoles 3 de julio, después de haber arrasado la infraestructura y agricultura en las islas Granada el martes y dejar al menos siete personas muertas en el Caribe, incluidas tres víctimas mortales en Venezuela.
“Se espera que Beryl ocasione vientos potencialmente mortales y marejadas ciclónicas en Jamaica el miércoles, y en las Islas Caimán el miércoles por la noche y el jueves”, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés).
Ambos territorios han emitido alertas de huracanes, además de República Dominicana y Haití, mientras México y Belice se preparan para la llegada del huracán, prevista para el jueves 4 de julio.
El Centro Nacional de Huracanes de EE. UU. pronostica que Beryl pierda intensidad antes de tocar tierra de nuevo en la jornada. Sin embargo, el vendaval que anuncia su llegada en Jamaica ya podría complicar las acciones de prevención de riesgos en la isla.
En las calles “se siente la preocupación por la tormenta”, afirmó Andre a Reuters, un vendedor en Kingston, la capital de Jamaica. Los residentes hicieron largas filas en las gasolineras, además de comprar agua y alimentos no perecederos en anticipación a los efectos del huracán.
Un día después del paso de Beryl por las islas Granada, Terence Walters, el coordinador de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres, anunció que “aproximadamente el 98% de las estructuras de Carriacou y Pequeña Martinica están dañadas o destrozadas”.
Al menos tres personas murieron allí tras el paso del huracán y de momento la población no tiene acceso a electricidad, agua o servicios de telefonía. Dickon Mitchell, primer ministro de Granada, lamentó la “completa devastación” de la agricultura y la vegetación.
Ambas islas se mantienen bajo estado de emergencia, mientras las autoridades han abierto refugios para los damnificados.