En el último informa de Det Norske Veritas (DNV) sobre el desplome de la Línea 12 del metro en la Ciudad de México, confirmó que existieron fallas en las inspecciones y el mantenimiento como causas concurrentes en la tragedia y que llevaron a que la infraestructura siguiera funcionando cuando no estaba apta.
De acuerdo con información de El País, de haberse atendido de manera oportuna los problemas de diseño, la construcción y la supervisión de la obra, así como la negligencia de las autoridades, se “habría evitado el colapso del tramo elevado” que el 3 de mayo de 2021 dejó 26 muertos y un centenar de heridos.
La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, calificó la semana pasada el informe, que fue contratado por el propio Ejecutivo, de “tendencioso”, e informó que se levantaría una demanda contra la empresa consultora.
El peritaje interpela a las tres últimas administraciones locales al asegurar que hubo factores determinantes en la tragedia desde la concepción del proyecto hasta su operación.