Luego de que la falta de seguimiento de los protocolos sanitarios y el regreso de los grandes cruceros a Venecia, esta semana el gobierno italiano firmó un decreto por el cual se cierra la entrada de estas embarcaciones al corazón de la ciudad.
Esta decisión de limitar el arribo de grandes navíos a la zona más céntrica de la ciudad se ocurrió a solo unos días antes de realizarse la reunión de la Unesco en China, en la que se discutiría colocar a la ciudad italiana en la lista de 53 bienes en peligro en el mundo.
Recordemos que fue durante la pandemia y la limitación del acceso, lo que permitió que durante este periodo mejorara la calidad del agua de los calanes de la ciudad.
A pesar de que esta industria representa una gran derrama económica para el país europeo, no es posible separar las consecuencias ambientales que trae consigo este tipo de actividad marítima.
Tan solo en 2018 594 cruceros arribaron a las costas de Venecia, generando un promedio de dos llegadas al día, la cuales atracaban, desembarcaban a los pasajeros, se detenían algunos días y finalmente partían.
