La controversial glorieta ubicada en la entrada de Puerto Cancún, a la altura del kilómetro 1.5 del bulevar Kukulcan ha sido la causante de diversos accidentes viales desde su construcción. Actualmente opera de manera ineficiente y sus semáforos funcionan de forma intermitente.
La obra, que se realizó sin un estudio previo y a pesar de que empresarios se oponían a ella, tuvo una inversión de más de 23 millones de pesos y fue autorizada por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR).
Esta glorieta buscaba ser una conexión entre Puerto Cancún y la Zona Hotelera, sin embargo, ha sido todo lo contrario, pues solo ha logrado entorpecer la circulación vehicular y ser sitio de múltiples accidentes automovilísticos en los últimos meses.
Ante su falta de utilidad, automovilistas comenzaron a publicar en redes sociales sus denuncias e inconformidades por el tráfico que se genera en dicho tramo.
La responsabilidad también es de los conductores.
A pesar de que la glorieta no ha sido un acierto por parte de Fonatur, la responsabilidad de los accidentes suscitados en el lugar también la comparten los automovilistas.
La poca educación vial que tienen los conductores, sumado al mal hábito de conducir a exceso de velocidad -como si se tratase de carretera- han ocasionado que más de una persona resulte herida en un incidente.
Si bien la nueva entrada a Puerto Cancún no recibió la planeación necesaria, igual o mayor porcentaje de la culpa de los accidentes se debe a descuidos de la ciudadanía.
